Muchas personas dicen que emigrar es una salida, pero hacer esto no es nada fácil porque tus mejores momentos, tu familia y tus amigos no caben en una maleta, así que emigrar es como morir. ¿Sabes por qué? Porque cuando se acerca el momento de despedirse sientes que tu corazón late más rápido hasta que finalmente llega el día menos esperado.
Debes despedirte de tu familia, de tus padres, de tus hermanos, de tus tíos, de tus primos, de tus abuelos y de tus amigos, son muchos sentimientos encontrados y no hay seguridad de que algún día te vuelvan a ver en persona. Cuando se llega el momento de abordar el avión las lagrimas y el llanto empiezan a aflorar, te abrazan tan fuerte como si fuese el último adiós, hasta que finalmente sientes que algo dentro de ti muere.
Tú te empiezas a alejar, tu cuerpo vuela pero tu corazón se queda con ellos, entonces comienza el gran desafío en tu hogar porque todos los días tu familia te recuerdan, te extrañan, todos los días te lloran al ver como en casa hay una silla vacía, una cama y un cuarto con todas tus cosas, pero a medida que van pasando los días, meses y años, se van acostumbrando a la idea de que ya no estás.
En cambio tú, tan lejos de tu hogar, de tu familia, no te acostumbraras a estar sin ellos, trabajas en lo que salga mientras sea un trabajo digno y honrado, pasas por situaciones malas como aguantar humillaciones, insultos, ofensas, gritos, te levantas todos los días muy temprano y te acuestas muy tarde de la noche, te callas muchas cosas y lloras en silencio sin que nadie se entere.
A veces al terminar tu día de trabajo anhelas abrazar a alguien querido y solo tienes a tu almohada, simplemente así es la vida de una persona que le a tocado salir de su país natal, porque debe sacrificar muchas cosas y entre esas el tiempo que jamás volverá, tener a tus familiares y amigos tan lejos definitivamente te mata, te rompe y aún así no te haces a la idea de que tienes que vivir así por muchos años más.
En cambio para los que se quedaron es más fácil recomponerse, porque están cerca de la familia, porque se apoyan en lo que pueden y se dan ánimo, es cierto que cuando te vas, dejas un espacio, un lugar y a las personas en pausa, mientras que para ellos el tiempo transcurrirá con normalidad, todos continuaran con sus vidas y con sus proyectos y aunque muchos te dijeron "te extraño mucho" no pareciera afectarles demasiado.
A muchos les llegará el día de retornar al país natal, van a ver todo más diferente, todos van a estar más distintos, a unos los visitarás en su casa, a otros en el hospital y tristemente a otros te tocará llevarle flores a su tumba, así que si tienes a un familiar emigrante o inmigrante, ora mucho por ellos, nunca te burles, solo Dios es testigo del sufrimiento de cada quien, bendícelos siempre que te acuerdes de ellos y mándales buenas energías positivas para que puedan seguir logrando sus sueños.
