No existe nada como la calidez y la seguridad que da un abrazo de un ser querido. El dar y recibir abrazos puede cambiar tu estado de ánimo. Te sientes amado, protegido, cuidado, seguro y único. Según investigaciones los niños que reciben más abrazos tienen cerebros más desarrollados y son más inteligentes.
LOS BEBÉS Y SU DESARROLLO CEREBRAL
Los bebés aprenden explorando y tocando cosas. El primer sentido que se desarrolla es el tacto. Sólo abrazar al bebé durante su primer hora de nacido, independientemente de la lactancia, puede ayudar a normalizar su temperatura corporal, los latidos de su corazón y su patrón de respiración. Esto también se convierte en el momento de unión entre la madre y el bebé.
El abrazar o tocar al bebé, como por ejemplo masajearlo o acariciarlo, traen un amplia gama de beneficios:
- Mejora sus patrones de sueño
- El bebé es más consciente de que es amado, aceptado y está seguro
- Mejora la digestión y evacuaciones intestinales
- El bebé está más cómodo
- Mejora el aumento de peso
- Relaja al bebé y a la madre
- Mejora su función neurológica
Otro estudio demostró que los bebés que reciben contacto, pueden discernir entre un toque físico real hacia ellos y cuando es a otra persona. A los 7 meses de edad, un bebé no solo puede entender el concepto de su "yo", sino que también sabe que su cuerpo está separado del de otra persona.
Este conocimiento establece las bases para imitar comportamientos y desarrollar empatía. Antes del que el bebé pueda hablar o saber las palabras para las partes de su cuerpo, ya comprende que su mano o pie se mueven de manera similar a los de otra persona. Por tanto, al ver los movimientos de otra persona el bebé los imita.
Un estudio con enfoque opuesto, encontró que los niños que no recibían contacto físico estaban retrasados en su desarrollo. Descubrieron que al brindar contacto físico, como abrazos, caricias o masajes a los bebés que antes no los recibían, los bebés empezaron a vomitar menos sus alimentos, aumentaron su desarrollo significativamente, aumentaron su peso, su estado de alerta, tuvieron más movilidad, mejor adaptación a los estímulos repetidos y conciencia de sus cuerpos. Después de 1 año, alcanzaron su peso, crecimiento y habilidades motoras y redujeron los síntomas disfuncionales neurológicos leves.
LA OXITOCINA Y LOS ABRAZOS
La oxitocina es una hormona y un neurotransmisor que aumenta durante la lactancia, la intimidad y los abrazos. En cuanto al efecto sobre los bebés y su desarrollo, fomenta el vínculo entre madre y bebé, los sentimientos de confianza, cercanía en las relaciones y el instinto maternal.
Científicos han descubierto que esta hormona está presente en el desarrollo y construcción del cerebro embrionario. Por tanto, el contacto físico facilita la capacidad del bebé para producir oxitocina y desarrollar su cerebro por completo. Es por esto que la oxitocina ha sido apodada la "hormona del amor" o la "hormona del abrazo", pero es más complicado que eso.
Cuando se libera oxitocina en nuestra sangre, ayuda en las contracciones uterinas durante el parto e induce el parto. Cuando se libera en nuestro cerebro tiene una reacción diferente afectando nuestro comportamiento cognitivo, emocional y social.
LA OXITOCINA EN EL DESARROLLO CEREBRAL
Entender cómo la oxitocina afecta nuestro comportamiento emocional y social es esencialmente así; cuando estamos con alguien o con un grupo de personas y es una experiencia positiva, liberamos oxitocina, por tanto vemos a estas personas como confiables, seguras y desarrollamos afecto por ellas. Por el contrario, si es una experiencia negativa, no liberamos oxitocina y vemos a estas personas de forma diferente. Es así como establecemos vínculos con nuestra familia y amigos.
También juega un papel en tu memoria social. Así es como tienes bonitos y malos recuerdos. Cuando en algún momento, situación o experiencia liberaste oxitocina lo recordarás de forma favorable. Y cuando no liberas oxitocina, lo recordarás de mala forma.
Entonces, ¿qué tiene esto que ver con abrazar a tu hijo y su desarrollo cerebral?
Los investigadores aún continúan estudiando la oxitocina por su complejidad. Sin embargo, la oxitocina juega un papel muy importante en la forma como percibimos a nuestros familiares, amigos y los extraños, y cómo interactuamos emocionalmente con ellos que es determinante en nuestro comportamiento y memoria. Es aquí donde para un bebé que está formando una nueva comprensión del mundo define cómo interpreta las acciones de quienes le rodean.
Es posible que la ciencia aún este buscando las respuestas del porqué el contacto físico es tan importante y cómo el cerebro lo asimila para el desarrollo. Igualmente los padres parecen entenderlo. Los resultados de abrazar a tu bebé, tu niño, tu adolescente, tu madre, tu padre, tu pareja o cualquier ser querido todos los conocemos.
Esa sensación de amor, seguridad, confianza e importancia a todos nos gusta y nos reconforta. Un simple abrazo trae una oleada de buenos sentimientos. Además, al dar un abrazo, recibes un abrazo y eso es lo más maravilloso.