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viernes, 23 de mayo de 2025

¿QUÉ SIGNIFICA QUE UNA PERSONA SEA DESORGANIZADA O DESORDENADA, SEGÚN LA PSICOLOGÍA?


La desorganización o el desorden es una característica que muchas personas experimentan y observan, tanto en sí mismas como en otros. Sin embargo, ¿qué implica realmente ser desorganizado desde el punto de vista psicológico?

- Definición de desorganización y desorden

Desde un punto de vista cotidiano, una persona desorganizada es aquella que tiene dificultad para mantener su espacio físico, su tiempo o sus pensamientos en orden, esto puede manifestarse en habitaciones caóticas, tareas incompletas, pérdida frecuente de objetos o problemas para cumplir con horarios.


Psicológicamente, la desorganización se refiere a dificultades en la función ejecutiva, que es un conjunto de procesos cognitivos responsables de planificar, organizar, controlar y regular comportamientos dirigidos a metas. 

Cuando estos procesos no funcionan adecuadamente, la persona puede mostrar síntomas de desorganización.

- La función ejecutiva y la desorganización

La función ejecutiva está vinculada al lóbulo frontal del cerebro y comprende habilidades como:

Planificación
Organización
Control del impulso
Memoria de trabajo
Flexibilidad cognitiva

Una persona con dificultades en estas áreas puede tener problemas para ordenar sus actividades diarias o mantener su entorno en condiciones óptimas. Por ejemplo, alguien con problemas de planificación puede no saber por dónde empezar una tarea, lo que genera un desorden acumulativo.


- Causas psicológicas de la desorganización

1. Déficit de atención (TDAH)

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una de las causas más comunes asociadas con la desorganización. Las personas con TDAH suelen tener dificultades para concentrarse, organizarse y controlar impulsos, lo que afecta directamente su capacidad para mantener el orden.

2. Ansiedad y estrés

El estrés crónico y la ansiedad pueden afectar la capacidad cognitiva para organizar la información y las tareas, cuando una persona está ansiosa, su mente puede estar saturada de preocupaciones, lo que dificulta enfocarse en el orden y las prioridades.

3. Trastornos del ánimo

La depresión puede provocar desmotivación y fatiga, disminuyendo la energía para realizar actividades básicas como limpiar o planificar, esto puede traducirse en un ambiente desordenado y una vida caótica.

4. Perfeccionismo y procrastinación

Curiosamente, personas perfeccionistas pueden evitar comenzar tareas por miedo a no hacerlas bien, lo que lleva a acumular actividades sin completar y a un estado de desorden.

- Impacto de ser desorganizado en la vida diaria

La desorganización no solo afecta el espacio físico sino también la calidad de vida, algunos efectos comunes incluyen:

Pérdida de tiempo: Buscar objetos perdidos o recordar tareas olvidadas.


Estrés adicional: El desorden genera sensación de caos y ansiedad.

Problemas sociales: Puede afectar relaciones personales o laborales por falta de cumplimiento o apariencia descuidada.

Baja autoestima: Sentirse incapaz de manejar responsabilidades genera frustración.

- Diferencia entre desorden temporal y trastornos clínicos

Es importante diferenciar entre una persona que ocasionalmente está desordenada y alguien cuyo modo de vida refleja un patrón constante y problemático. 

Cuando la desorganización interfiere significativamente en el funcionamiento diario, puede ser síntoma de un trastorno que requiere intervención profesional, por ejemplo:

TDAH
Trastornos obsesivo-compulsivos
Trastornos depresivos

- Estrategias psicológicas para mejorar la organización

Para quienes desean superar la desorganización, existen técnicas basadas en la psicología que pueden ayudar:


1. Técnicas de planificación y establecimiento de metas

Dividir tareas grandes en pasos pequeños y usar herramientas como agendas o aplicaciones digitales mejora la capacidad organizativa.

2. Entrenamiento en funciones ejecutivas

Ejercicios para mejorar la memoria de trabajo, control inhibitorio y flexibilidad cognitiva ayudan a controlar impulsos y mejorar el enfoque.

3. Manejo del estrés y ansiedad

Practicar mindfulness, respiración profunda o terapia cognitivo-conductual permite reducir el ruido mental que dificulta la organización.

4. Crear hábitos sostenibles

Implementar rutinas diarias constantes fortalece hábitos organizativos y reduce la procrastinación.

- Cuando buscar ayuda profesional

Si la desorganización es persistente, causa malestar significativo o afecta el rendimiento académico, laboral o social, es recomendable consultar a un psicólogo o psiquiatra; un diagnóstico correcto puede guiar hacia tratamientos efectivos como terapia cognitivo-conductual o medicación en casos específicos.

Ser desorganizado o desordenado no es simplemente falta de voluntad o pereza, desde la psicología se entiende como un conjunto de dificultades cognitivas y emocionales que afectan la función ejecutiva.
 

Identificar las causas subyacentes es fundamental para aplicar estrategias adecuadas que mejoren tanto el orden externo como interno. 

Con apoyo y técnicas específicas, es posible transformar el caos en estructura, aumentando así la calidad de vida.


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