El tener buena salud no siempre viene de los genes o la genética familiar, también influye mucho la paz mental que tengas en tu interior como persona y los buenos pensamientos positivos que irradies hacia ti y hacia los demás.
Aquello en lo que crees es aquello que creas, si tienes un buen sentido del humor y dejas a un lado la amargura vas a tener una mejor calidad de vida, la buena salud también viene de escuchar buena música que nos alegra el espíritu y nuestros pensamientos.
Tener una buena salud es quererse a uno mismo y es también dar amor y aceptar a los demás tal cual son. La buena salud viene de alimentarse bien, de llevar una dieta balanceada en verduras, frutas, granos, carnes y de mantener una buena hidratación día a día.
La buena salud viene de un gran abrazo de alguien que queremos así este lejos, de ese te ves estupendo hoy, de ese te quiero mucho y cuentas conmigo para lo que sea, de la honestidad y la buena compañía de esas personas, amigos y familia que tienes en tú vida.
La buena salud viene de charlar en un bonito lugar con ese alguien que te gusta estar y poderse tomar una copa de vino y que se la pasen de maravilla, la buena salud también viene de dar buenos pensamientos y deseos hacia los demás para que Dios y el universo se encarguen de devolvértelos en abundantes bendiciones para tu vida.
Si hacemos oraciones de vez en cuando y pedimos por nosotros y por los demás, eso también nos va a dar paz mental y paz en nuestros corazones y vamos a llenarnos de salud. La salud viene de nuestra buena fe que tengamos en nuestra vida y en todo lo que nos pasa, que si algo no muy bueno nos ha sucedido hay que aceptarlo porque son cosas de Dios y el así lo quiso, recuérdalo muy bien cuando Dios nos quita algo es porque nos va a dar cosas mejores para nuestra vida.
Qué bonito es comprender todo esto y reflexionar un rato donde quieras que estés para que de ahora en adelante no te des mala vida y comencemos a ser mejores personas con nosotros mismos y con las demás personas de tu entorno, primero que todo, amate mucho y quiérete mucho a ti mismo, piensa siempre cosas y pensamientos positivos que te llenen y envíales con tu mente buenas vibras a los demás para que también les vaya siempre bien en sus vidas.
Te has preguntado en algún momento si de verdad te estás cuidando como debe ser, si de verdad te estas alimentando adecuadamente, si estas haciendo ejercicio unas tres veces a la semana, si te estas hidratando adecuadamente todos los días para tener más energía y también poder irradiar eso hacia los demás.
No hay que ser perfectos porque eso es imposible, nadie lo es, lo importante es que tengas la voluntad de evolucionar como persona y de ser mejores cada día, siempre hay que conservar la humildad, por eso cuídate a ti mismo. La vida solo vale la pena si estamos en contacto con los demás, así que cuando puedas darle la mano a alguien que verdaderamente lo necesite hazlo y no lo andes divulgando porque eso no esta bien visto ante los ojos de nadie.