¿Tal vez en alguna ocasión te has quedado en un hotel donde te ofrecieron todo incluido? Bebidas ilimitadas, comida toda la que quisieras comerte, te podías bañar en todas las piscinas, por lo general cuando te registraste en ese hotel bonito te colocaron un brazalete en la muñeca que tenia un color en especifico y te dijeron que no podías perderlo porque el te daría acceso a todas las instalaciones.
En esos sitios resulta que hay muchas personas que prefieren quedarse encerradas en su habitación y como es posible que no quieran salir a disfrutar de todo lo que hay en el hotel si ya todo está pago, pues tienen acceso a diferentes platos de comida, postres y bebidas, "la única norma era que nada se podía llevar, todo era para comer ahí".
Resulta y pasa que la vida también es así, cuando nacimos Dios nos regaló un brazalete llamado vida y gracias a ella tenemos el derecho de disfrutar de este maravilloso mundo, de salir a lugares donde hay mucha naturaleza y disfrutar al máximo de todo, de bañarnos en un río o en el mar, de comer las diferentes comidas de los lugares que podemos visitar, de sus postres y bebidas.
Así que mientras tengas buena salud vas a poder disfrutar la vida que Dios te obsequió, pero lo mismo pasa con ese hotel, en este mundo se aplica la misma regla, nada nos vamos a llevar y por lo tanto todo lo que tenemos es para disfrutar y para comer aquí, así que cada día debes disfrutarlo al máximo y nunca dejes de comerte algo rico porque no se sabe si mañana vas a estar en este mundo.
Trata de no quedarte encerrado o encerrada en la habitación de tu mente, en la amargura, en esos problemas que tal vez tienes, en el miedo, en el enojo o en las preocupaciones que te atormentan, recuerda que si estás respirando es porque todavía tienes el brazalete que se llama vida, no la desperdicies en cosas que no valen la pena, aprovecha cada día.
Aprovecha hoy de todo lo que tienes, si de todo lo hermoso que Dios nos puso para nosotros, disfruta de la naturaleza, agradece por tu casa donde vives, por tu trabajo, por la compañía de tus seres queridos, por la compañía de tus mascotas, por la comida de cada día, por ese postre delicioso que te vas a comer, por ese abrazo, saludo o te quiero que le puedes dar a otro.
No te enfoques en el pasado, eso ya pasó y es momento que empieces a vivir el presente, perdona a quien te lastimo alguna vez y no cargues con rencores porque eso te va a seguir haciendo daño, descansa todas las noches las horas necesarias que tu cuerpo te pida para que cada día lo disfrutes al máximo y ya sabes a vivir siempre con alegría y entusiasmo porque nadie vivirá por TI.