Aunque a veces la vida nos decepciona, no significa que te eches a morir o te resignes a la negatividad. Tú eliges cómo afrontas cada situación que la vida te presenta.
Has vivido lo suficiente como para saber que nada sale según lo planeas. No importa cuánto lo intentes o cuán noble sea la causa, siempre habrá inconvenientes inesperados. La vida se encarga de hacerte saber que algunas cosas que no puedes controlar. A lo largo de nuestra vida, vamos afrontando situaciones adversas de toda clase.
¿Eres feliz o estás decepcionado de la vida?
¿Cuál es tu definición de felicidad? ¿Es tener una vida sin problemas? Desde luego, este concepto no representa la realidad.
Cuando vives la vida de forma optimista, probablemente sientas lo que llamamos felicidad. Si algo malo sucede o alguien te hace daño, tus emociones felices se desinflan. Entonces, estas emociones que te dan felicidad son fugaces que dependen del entorno y las circunstancias.
Pero entiende que no importan tus circunstancias, puedes ser feliz. Puedes elegir ser optimista, esta no es una emoción. Cuando decides ser alegre y positivo, trasciendes los inconstantes sentimientos de felicidad y puedes sobrellevar la decepción con mucha más facilidad.
¿Por qué la vida te decepciona?
Ni tener dinero ni no tenerlo debe definirte. No necesitas todas las comodidades del mundo para ser feliz. Ahogarte en el materialismo puede que te haga feliz pero no durará mucho tiempo, a todos nos suceden circunstancias desagradables.
A medida que envejecemos, buscamos más y más ser felices y plenos. Pero si tu felicidad depende de tener una vida perfecta, nunca serás feliz. Los contratiempos son inevitables, y no serás feliz en cada momento de tu vida.
Una forma de cultivar la alegría en tiempos difíciles es deshacernos del mito de la felicidad perpetua. Decide tener alegría independientemente de tu situación. Ser alegre no significa que no estés herido, enojado o te sientas increíblemente decepcionado. Reúne esa alegría en tu interior para que te dé la fuerza para seguir adelante en la vida.
Invierte en tu alegría
Concéntrate en las cosas de tu vida que realmente importan. Elige las bendiciones intangibles que tienes en tu vida por encima de la riqueza material. Construye tu vida sobre la base de la alegría. La gratitud es otra inversión espiritual que debes hacer. Cuando estás agradecido por todas las bendiciones que tienes, esto te sostendrá cuando las cosas no salgan como lo planeabas. Si encuentras placer en las bendiciones más pequeñas, es menos probable que te inquietes cuando te suceden cosas decepcionantes.
El tiempo es un bien precioso, no lo desperdicies en cosas que no valen la pena. Pasar tiempo de calidad con tu familia y amigos, te fortalece.
Reevalúa tus expectativas
Esto no significa que no debas soñar en grande o ser poco entusiasta con las cosas que haces. Simplemente redefine lo que esperas de las personas, situaciones o inclusos eventos.
Si las personas que amas son felices, sé feliz, aunque a veces te decepcionen.
Si tu fiesta no salió como lo planeaste, pero todos se la pasaron bien, felices y rodeados de amor, entonces fue un éxito.
Si tus últimas vacaciones sufrieron algunos contratiempos pero la pasaron genial, fueron un éxito.
Siempre ten un plan B
Es mejor estar preparado para que surjan contratiempos en cualquier situación o momento de tu vida. No es pesimismo esperar que algo pueda salir mal, pero vivimos en un mundo imperfecto. A veces, cambiar de plan cuando algo malo surje, puede causarte más alegría de la que esperabas en un principio.
No analices en exceso las situaciones. Puede que te ocupes en los detalles y perderte de lo importante. Conocer más de un camino para llegar a donde te propones, siempre es beneficioso.
Por último, ¿has notado que las virtudes están unidas entre sí? Cuando usas una, las demás le siguen. Permite más compasión en tu vida y verás como trae amor, paz y alegría.
Juzgate menos a ti mismo y a los demás, verás como te decepcionarás cada vez menos. Practica ser más paciente y compasivo. Sé agradecido. Verás cómo estas virtudes funcionan juntas para minimizar las situaciones o momentos decepcionantes.
Si quieres momentos más alegres en tu vida, entiendes que se trata de practicar y practicar. Incluso cuando se presentan situaciones decepcionantes, está bien estar triste. Luego, te levantas y continúas con alegría tu viaje por la vida.