Siempre por lo general cuando estamos hablando frente a un público nos atacan los nervios y empezamos a hablar rápidamente, esto pasa porque queremos salir rápido de ese momento y qué pasa.
Lo que sucede es que nos lleva a un colapso interno entonces empezamos a sentir que el corazón late rápidamente, que se nos seca la lengua, que nos ponemos rojos y lo que es peor que nos quedamos en blanco y nos bloqueamos por completo.
Lo mejor que se puede hacer es bajarle al ritmo con el que hablas y que empieces a hablar más pausadamente, que disfrutes de lo que estás diciendo, que sientas emoción por el mensaje y las palabras que estás diciendo; de esta manera te vas a conectar más con las personas que te están escuchando.
Se tiene que generar un impacto y una buena conexión con las personas que te están escuchando, tienes que aprender a controlar el ritmo, las pausas, esto te va a generar confianza y te va a permitir controlar la situación y el ritmo de tu discurso.
Si te quedas en blanco y no eres capaz de recuperarte, tu credibilidad sufre y la gente no te va a hacer caso y mucho menos vas a conseguir lo que querías con tu discurso.
Otro error es que te confíes demasiado y empieces a improvisar sobre el tema que vas a hablar, entonces si sabes mucho sobre algo hay muchas maneras para que enfoques tu tema y lo puedas sacar con éxito.
También si memorizas el guion que tienes que decir ante un público es casi seguro que te vas a bloquear, porque cada palabra es la señal que espera tu cerebro para la siguiente palabra y si se te olvida una ahí vendrá la confusión y la equivocación.
Para nadie es un secreto que quedarse en blanco cuando se habla ante un público es una pesadilla, entonces para que no te suceda necesitas instrucciones claras con buenas prácticas, para que cuando tengas que pararte ante un público todo te salga más fluido y de manera más natural.
Muchas personas que tienen más experiencia saben como salir de una situación así, ya sea contando algo que les sucedió en el pasado o cualquier manera de evitar que las personas se den cuenta del error, la encargada de que nos quedemos con la mente en blanco es una hormona que se llama corticosterona que se libera en situaciones de ansiedad y nervios.