Los lunares rojos, también conocidos como nevus rubí o angiomas rubí, son pequeñas protuberancias de color rojo que aparecen en la piel, aunque pueden ser estéticamente molestos para algunas personas, en gran parte de los casos no representan un problema médico grave.
¿Qué son los lunares rojos?
Los lunares rojos son formaciones benignas en la piel compuestas por pequeños vasos sanguíneos dilatados, tienen un aspecto de pequeñas manchas o protuberancias de color rojo intenso y suelen aparecer en áreas como el torso, los brazos y las piernas; aunque pueden variar en tamaño, generalmente no superan los 5 milímetros de diámetro.
¿Por qué salen los lunares rojos?
Aunque no se conoce la causa exacta de los lunares rojos, se cree que están relacionados con factores genéticos y el proceso de envejecimiento, también se ha observado que pueden ser más comunes en personas con piel clara y en aquellas que tienen antecedentes familiares de lunares rojos.
¿Es necesario sacar los lunares rojos?
En la mayoría de los casos, no es necesario sacar los lunares rojos, ya que son benignos y no representan ningún riesgo para la salud, sin embargo si un lunar rojo cambia de forma, tamaño o color, o si experimenta molestias como picazón, sangrado o dolor en el área del lunar, es recomendable consultar a un dermatólogo para una evaluación más detallada.
Si decide eliminar un lunar rojo por razones estéticas o de comodidad personal, existen diferentes opciones disponibles, algunos métodos comunes incluyen la cauterización (quemado del lunar), la crioterapia (congelación) y la electrocirugía.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos procedimientos pueden dejar cicatrices y causar cambios en la pigmentación de la piel circundante.
Los lunares rojos son formaciones benignas en la piel que generalmente no requieren tratamiento médico, si tiene preocupaciones sobre un lunar en particular, es recomendable buscar el consejo de un dermatólogo para una evaluación adecuada.
Recuerde que la información proporcionada en este artículo no reemplaza la opinión de un profesional médico calificado.
