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viernes, 10 de enero de 2025

¿POR QUÉ TE MUERDES LAS UÑAS? LA PSICOLOGÍA LO DESCIFRA


Morderse las uñas es un hábito común que afecta a muchas personas en todo el mundo, este comportamiento conocido clínicamente como onicofagia, es más que un simple mal hábito; a menudo está vinculado con factores psicológicos que van desde la ansiedad hasta el perfeccionismo. 

Estas son las razones detrás de esta conducta y cómo la psicología ha logrado descifrar sus causas subyacentes.


1. La naturaleza del hábito

Morderse las uñas es una conducta repetitiva que muchas veces se realiza de manera inconsciente y por lo tanto hay que tener presente esto. Generalmente, comienza en la infancia y puede continuar hasta la edad adulta. 

Según estudios, alrededor del 20-30% de la población adulta se muerde las uñas, y esta cifra es aún mayor en adolescentes. La pregunta clave es: ¿por qué desarrollamos este hábito?

2. Las raíces psicológicas

- Ansiedad y estrés

Uno de los principales factores que contribuyen a morderse las uñas es la ansiedad, cuando una persona se siente estresada o ansiosa, morderse las uñas puede proporcionar una sensación momentánea de alivio o distracción. Este comportamiento actúa como una forma de auto-calmarse, similar a cómo algunas personas fuman o comen en exceso bajo estrés.

- Perfeccionismo

El perfeccionismo también juega un papel importante. Algunas personas se muerden las uñas porque sienten que estas no están "perfectas". Este impulso de corregir cualquier irregularidad puede llevar a un ciclo constante donde las uñas nunca parecen lo suficientemente bien.


- Aburrimiento

El aburrimiento es otro detonante común. Para muchas personas, morderse las uñas es una actividad que mantiene sus manos ocupadas cuando no tienen nada más que hacer. Es un comportamiento automático que ocurre sin mucho pensamiento consciente.

3. Impacto emocional y social

Morderse las uñas no solo afecta la apariencia de las manos sino también el bienestar emocional y social de una persona, aquellos que tienen este hábito pueden sentirse avergonzados por el aspecto de sus uñas y manos, lo que puede llevar a evitar situaciones sociales o esconder sus manos.

4. Consecuencias para la salud

Además de los aspectos psicológicos, morderse las uñas tiene consecuencias físicas. Puede causar daños en la piel alrededor de las uñas, infecciones bacterianas, y problemas dentales como desgaste del esmalte dental. 

En algunos casos, este hábito puede llevar a infecciones graves que requieren atención médica.

5. Estrategias para dejar de morderse las uñas

- Conciencia y autocontrol

El primer paso para dejar de morderse las uñas es ser consciente del hábito, mantener un diario para anotar cuándo y dónde ocurre este comportamiento puede ayudar a identificar patrones y desencadenantes.


- Sustitución del hábito

Buscar alternativas para mantener las manos ocupadas es otra estrategia eficaz, usar pelotas antiestrés o practicar técnicas de respiración profunda puede ayudar a reducir la necesidad de morderse las uñas cuando se siente ansiedad.

- Tratamientos conductuales

La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una opción efectiva para tratar la onicofagia. Esta terapia ayuda a cambiar los patrones de pensamiento asociados con el hábito y proporciona herramientas para manejar mejor el estrés y la ansiedad.

- Productos disuasivos

En la actualidad hay esmaltes con sabor amargo diseñados específicamente para desalentar la onicofagia, estos productos crean una experiencia desagradable al intentar morderse las uñas, actuando como un recordatorio constante del objetivo de dejar el hábito.

6. El papel de la familia y amigos

El apoyo social es crucial para superar el hábito de morderse las uñas. Familiares y amigos pueden ofrecer palabras de aliento y recordar suavemente a la persona que deje de hacerlo cuando se observe el comportamiento. Sin embargo, es importante que este apoyo sea positivo y no crítico, ya que los comentarios negativos pueden aumentar la ansiedad y empeorar el problema.

7. La importancia de la paciencia

Dejar de morderse las uñas no ocurre de la noche a la mañana o porque si o si lo quieres y ya. Requiere tiempo, esfuerzo y, sobre todo, paciencia. Es importante celebrar pequeños logros y reconocerse por los avances realizados, incluso si son pequeños.


Morderse las uñas es un hábito común con raíces psicológicas profundas, comprender las causas subyacentes puede ser el primer paso hacia el cambio. Con conciencia, estrategias adecuadas y apoyo social, es posible superar este comportamiento y mejorar tanto la salud física como emocional.

Si te encuentras luchando con la onicofagia, recuerda que no estás solo y que hay recursos disponibles para ayudarte a superar este desafío.


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