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viernes, 17 de abril de 2020

EL DOLOR DEL ALMA


También necesita remedios.

El dolor del alma es difícil de enfrentar. Pocas personas le hacen frente, ya que las heridas del alma permanecen abiertas por más tiempo y la mayoría de veces se cargan en silencio, pero esto no quiere decir que sean menos dolorosas. Solo que aterran tocarlas y para sanarlas, hay que hacerlo o no te dejaran avanzar.

De nada sirve huir de lo que te atormenta y hace daño. La huida sólo agrava y extiende los problemas, además de destruir las emociones. No se debe permitir tocar fondo. Hay que identificar estas heridas, aceptarlas, enfrentarlas y tratarlas.


Cada vez los científicos tienen más evidencia de que el dolor que producen las emociones, es decir, las decepciones, los desengaños, las traiciones y los duelos de toda clase, realmente se sienten. Incluso, estos dolores se procesan en las mismas partes del cerebro donde se activa el dolor físico.

Según los investigadores, una parte del encéfalo, que se encarga de recordar el pasado, toma la información emocional de los humanos y la envía al resto del cerebro, incluida la parte que procesa el dolor físico. Es así como las emociones se convierten el algo que alguien puede sentir verdaderamente.

Por esta razón no está bien pasar por alto las quejas de personas que cargan grandes sufrimientos y dicen sentir malestares como vacío en el estómago, desasosiego e incluso dolores físicos, debido a una depresión, duelo o tristeza prolongada. 

Si este es tu caso o de alguien cercano, pon mucha atención porque esta tristeza puede enfermarte aún más.



Muy importante es no auto medicarse. No juegues al psiquiatra ni al médico, sólo ellos tienen la capacidad de ayudar a encontrar el origen de tu dolor y recetar el tratamiento más adecuado para tu situación. Más que medicamentos, estos tratamientos vienen acompañados de terapias. Así que acude a tu médico de cabecera.

A continuación algunos consejos que te pueden ayudar a sobrellevar un poco mejor el dolor de tu alma:


1. No te rindas

No te dejes ganar de la tristeza; en lugar de encerrarte y vivir en la cama o el sofá, haz el esfuerzo de salir a caminar, montar bicicleta, correr. El ejercicio produce endorfinas que promueven el bienestar emocional, además mejorarás tu apariencia física. Y, ¡por favor!, no se salte las comidas pero tampoco comas por comer.


2. Ríete más

Cuando te ríes pones a trabajar más de 400 músculos, oxigenas los tejidos, bajas la presión sanguínea, aumenta tu capacidad pulmonar, alivia el estreñimiento, liberas adrenalina, alivia el estrés y mejora tu autoestima. Adicional a todo esto, produce endorfinas, que calman el dolor, alivian la ansiedad y mejoran la elasticidad de las arterias.



3. Evita

Aléjate del cigarrillo, el alcohol y la comida chatarra. Puedes terminar con un problema mayor sumándole una adicción, un aumento desmedido de peso y terminar mucho más triste y deprimido que antes.


4. Si no mejoras, busca ayuda

El dolor del alma, al igual que el dolor físico, cuando no recibe un tratamiento adecuado tiende a quedarse y afecta la vida de la persona que lo sufre. Así que no lo dudes y busca ayuda profesional.


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